Friday, May 29, 2009

La Palabra Perfecta de Dios

La Palabra Perfecta de Dios

En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan. (2 Samuel 22:31).

Muchas veces pasamos por alto el valor y lo esencial de la palabra de Dios. Preferimos invertir el tiempo ya sea leyendo otros artículos o revistas o quizás horas frente al TV. Me temo que quizás muchos no amemos la palabra de Dios como realmente deberíamos amarla. Si nos preguntáramos: “¿Meditamos en la palabra de Dios cuando no puedo dormir en las horas de la noche? ¿Sacrificamos realmente los deleites y los placeres pasajeros de este mundo para dedicarlo al estudio y meditación de la palabra? No podemos ser cristianos efectivos y productivos sino dedicamos el tiempo suficiente a escudriñar lo que Dios nos habla por medio de su Palabra. Para esto, tenemos que despojamos de nuestras propias opiniones, razonamientos, y suposiciones, y permitir que Dios mismo nos hable por medio de Su palabra. Si la escudriñas lo suficiente te darás cuenta que Su palabra es clara, transparente, y poderosa para transformar, para renovar, para redargüir, y para instruirnos en lo que sea necesario. El objetivo de este mensaje o de esta exhortación es que amemos y valoremos la palabra de Dios como algo mucho más valioso que cualquier tesoro.


La Importancia de Memorizar La Palabra de Dios

La palabra de Dios debe de estar sembrada en nuestro corazón. De la única forma que la palabra de Dios puede ser sembrada y cimentada en nuestros corazones es cuando la leemos, la volvemos a leer, la repasamos nuevamente hasta que la memorizamos. Hay que sacar tiempo exclusivamente para conocer y memorizar las Escrituras para que cuando no dispongamos de una Biblia, podamos meditar en ella y dar testimonio de ella sin titubear. Consideremos las siguientes preguntas:

a. ¿Cuántas Escrituras están sembradas en nuestro corazón?
b. ¿Cuánto tiempo sacamos para memorizar la Escritura?
c. ¿Cuánto tiempo sacamos para meditar y reflexionar en ella?
d. ¿Cuánta Escritura predicaríamos sin usar la Biblia?


Ilustración: Imagínese una repentina persecución y que como consecuencia todas nuestras biblias fueren quemadas, ¿Cuánta Escritura podríamos predicar sin una Biblia? Esto quizás sería un reto para muchos sino amamos, memorizamos, y meditamos en la palabra de Dios.


La Palabra de Dios es Completa y Suficiente

Hoy día tenemos muchos expertos y especialistas en interpretación bíblica que llegan hasta decir que existen problemas con las Sagradas Escrituras y que es inconsistente. Un ejemplo contemporáneo es Bart Ehrman, un distinguido profesor y presidente del departamento de religión en la Universidad de Norte de Carolina. Después de largos años estudiando y profesando ser cristiano, ahora se considera un agnóstico (o sea, no sabe si creer en Dios o no creer). Es correcto que en la Biblia hay cosas difíciles de entender, pero para eso debemos pedirle a Dios sabiduría y que nos ayude a entender su palabra. El hombre no tiene ninguna autoridad de decir que hay problemas con lo que Dios dice. El problema de hoy día son las ideas, opiniones, filosofías, y conclusiones de hombres que interrumpen lo que realmente Dios quiere comunicar a través de Su palabra. Indirectamente, muchos añaden a la biblia incorporando sus propias convicciones. Veamos lo que dice el AT:

No añadir a la palabra de Dios

No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno. (Deuteronomio 4:2).

El hombre no tienes ninguna autoridad de añadir a la palabra de Dios. No tiene ningún derecho de quitar nada de la palabra de Dios. Lo único que el hombre debe de hacer es obedecerla.

Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás (Deuteronomio 12:32).

Uno de los grandes problemas es que todo el mundo tiene su propia opinión y sus enseñanzas están basadas no en lo que la palabra dice de Dios sino lo que ellos opinan de lo que la palabra dice de Dios. La pregunta correcta es ¿Qué dice la palabra de Dios? No ¿Cuál es tu opinión?

-No hay necesidad de opiniones de hombres ni de hombres grandes
-Solo Dios es grande y nos ha dado una palabra grande.
-Debemos de tener cuidado de cómo utilizamos y aplicamos la palabra de Dios
-A lo último lo que vale, es lo que la palabra de Dios realmente dice
-La palabra no necesita nuestras opiniones

“Una vez preguntaron a Charles Spurgeon como él defendía la palabra de Dios, y el dijo “De la misma manera en que yo defendería a un león; no tienes que defender a un león, suéltalo el va a defenderse a si mismo” la palabra de Dios no necesita nuestra ayuda.”

Su palabra es perfecta

En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan. (2 Samuel 22:31).

El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian (NIV).

Muy simple, Dios es perfecto, su camino es perfecto, su palabra es perfecta e infalible. Su palabra es fiel y digna de ser recibida por todos (1 Timoteo 4:9). El es escudo y refugio a los que por medio de Su palabra en El se esconden.

Su palabra es limpia

Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan. No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, Y seas hallado mentiroso. (Proverbios 30:5-6).

Muchos han querido manchar la palabra de Dios; sin embargo, han sido expuestos y entregados a la mentira y la falsedad. Tenemos muchos maestros con doctrina de hombres, lo que necesitamos son predicadores que hablen la verdad limpia y transparente de la palabra de Dios. Recordemos que con nuestras propias opiniones, podemos quitar y añadir lo que la palabra de Dios realmente dice. Nunca hallaremos errores en la palabra de Dios. Donde el hombre cree tener la razón y Dios no es cuando está equivocado. Dios siempre tendrá la razón.

Prediquemos la palabra de Dios

Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos. (Jeremías 1:17).

No es necesario un pulpito para predicar la palabra de Dios. Solo ciñe tus lomos, levántate en el nombre de Jesús, familiarízate y equípate con la palabra de Dios y anuncia las buenas nuevas del evangelio. Hablemos al mundo lo que la palabra dice de Dios.
A veces nos preocupamos por la reacción y acción de la gente. No predicamos para los hombres, predicamos para Dios, deja que Dios preocuparse por lo demás.

Su Palabra es Deseable y Perfecta

La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón. (Salmos 19:7-11).

En el versículo siete; Observemos que el salmista ni tiene un Nuevo Testamento, ni todos los profetas, el salmista simplemente tiene la ley de Moisés y nada más. En pocas palabras, está diciendo ¡Que el libro de Levítico es perfecto! ¡Pero el salmista dijo que el libro de Levítico es perfecto y renueva su alma! ¡David encontró vida en la ley de Moisés! Dios quiere que al leer su palabra encontremos gozo para nuestros corazones.

Notemos también lo que dice el versículo diez: “Deseables son más que el oro afinado”. El hombre daría cualquier cosa por el oro. En la historia encontramos países enteros que han sido destruidos a causa del oro. Hay quienes matan por encontrar y obtener oro. El salmista dice que la palabra de Dios es aun mucho más preciosa y deseable que el oro y mucho, mucho, oro afinado.
Consideremos unas preguntas:
¿Deseas la palabra de Dios y harías cualquier cosa para atesorarla y predicarla?
¿Realmente deseas su palabra más que el oro?

¿Cuándo fue la última vez que perdiste el sueño leyendo su palabra?

Dejemos de preocuparnos por cosas que no tienen valor; pensemos y meditemos en la palabra de Dios. Ella es perfecta, es limpia, es luz, y da vida. La palabra de Dios siempre va a ser superior a todos los hombres. Saquemos tiempo para memorizar y hablar de la palabra de Dios con nuestros hijos. Las mejores lecciones que podemos enseñarle a nuestros hijos se encuentran en la palabra de Dios. Debemos de darles el ejemplo y enseñarles sobre la importancia de leer y obedecer Su palabra.

Su Palabra permanece para siempre

Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos. (Salmos 119:89).

Muchos quieren modernizar y discuten de como la palabra de Dios ha cambiado. La palabra de Dios nunca cambiará, mucho menos deberíamos tratar de cambiarla, solo debemos someternos a ella.


!!Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. !!Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. (Salmos 119:97-104).

¿Estudiamos y amamos tanto la palabra de Dios como para expresarnos como el salmista en estos versículos? ¿Qué tan real es el versículo 97 en nuestra vida?

Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. (San Mateo 5:18)

“En el idioma hebreo del Antiguo Testamento una jota y una tilde es la marca más pequeña en todo el idioma, ni un puntito de la palabra de Dios pasara. Por eso, debemos procurar dedicar nuestra vida al estudio de la palabra de Dios porque nunca va a cambiar”

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. (San Juan 17:17).

Es la palabra de Dios que nos separa del mundo. ¿Sino la leemos como entonces nos vamos a santificar?

Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. (Apocalipsis 22:18-19).

Esta es una advertencia muy clara y no es solo para los falsos, es para todos.